Diálogos, primera parte

Ahora os dejo unos consejos para hacer diálogos creíbles, aunque no sé si los míos lo serán. Espero que os ayude, al igual que la primera entrega de consejos, la de descripciones, que continuaré más tarde.

- A ver, lo primero que hay que tener en cuenta es que los diálogos tienen que ser una imitación del habla, así que nada de hacer diálogos refinados, a no ser que el personaje lo sea. Es un punto importante. Por eso, el personaje deberá decir algunas palabras coloquiales de vez en cuando para mostrar realismo, usar coletillas, e incluso puede llegar a tener acento o usar palabras que solo se utilizan en su zona de origen.

- Otra cosa importante es comprobar que las palabras, el tono y todo el diálogo es algo que puede decir alguien con la personalidad del personaje. Es decir, un personaje tímido no puede llegar a enfrentarse a alguien de la manera que lo haría una persona extrovertida, a no ser que el personaje avance o llegue a explotar, pero igualmente un tímido no se comportará como un extrovertido. Pondré algún ejemplo.

Personajes del ejemplo:
María (chica tímida, algo ingenua. por un malentendido, ha hecho que todo el mundo piense que Carlos es gay)
Carlos (chico extrovertido, algo agresivo y homófobo. No duda en gritarle a quien sea para conseguir lo que quiera e intimidarle)

– ¿Es que eres tonta, María? –le espetó Carlos con fiereza a su compañera.
– Yo... yo no... –balbuceó ella.
– ¡Ahora todos piensan que me gusta Hugo! ¡Sabes perfectamente que yo no soy de ''ésos''!
– ¿É...ésos? –inquirió con nerviosismo la muchacha, mirando al suelo.
– Yo no soy un maricón –escupió Carlos.
– No... no los llames así... Eso está muy... mal... Hay que respetar a todo el mundo...
– Mira, o haces que deje de decirse eso o... sufrirás las consecuencias –amenazó Carlos, apretando el puño ante el rostro de María, a la cual le temblaba el labio inferior.
– Pero... ¡yo no quería que pasase esto! –gritó, explotando, María. Seguidamente, se dio cuenta de lo que había hecho y salió corriendo de allí, con las mejillas encarnadas.

Creo que se muestra perfectamente la diferencia entre los dos personajes. Espero que hayáis pillado el concepto, que muestra cómo habla una persona de actitud agresiva y otra de actitud pasiva.
El agresivo usa palabras algo malsonantes (aunque tampoco mucho, como ''tonta'' o ''maricón''. Recordad esto, de vez en cuando se pueden usar palabrotas para hacer el personaje más cercano, pero no hay que pasarse) y se muestra amenazante todo el rato. La pasiva, en cambio, deja frases en el aire, mira al suelo y finalmente explota y huye de la pelea.

Pronto, más. Espero que os ayude a mejorar la escritura al igual que me ayuda a mí a poner las ideas en claro y a mejorar yo también. ¡Si tenéis más consejos, no dudéis en compartirlos en los comentarios!

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